viernes, 7 de noviembre de 2014

¡No toques! métodos de adiestramiento para controlar qué come el perro



A raíz de casos tan lamentables de envenenamientos masivos de perros en parques y calles de muchas ciudades y pueblos  nos hemos dado cuenta de la fragilidad que tenemos los dueños de perros cuando los sacamos a pasear y no podemos controlar si alguien ha tirado algo envenenado; O peor aún, nuestros perros pueden estar en el jardín tranquilos y recibir algún resto de comida envenenada. Es por ello que nos hemos de asumir esta fragilidad y poner remedio. Enseñar la orden ¡NO TOQUES! u otros métodos de adiestramiento disuasorios es imprescindible. Es posible enseñar a los perros a rechazar la comida y sólo a aceptar lo que el dueño le da permiso para coger. Es una labor de adiestramiento complicada, pues va en contra de la prioridad máxima de un perro que es la comida, pero posible. Basta con dosis de paciencia, coherencia y disciplina.

En primer lugar es imprescindible seguir una buena base de comportamiento alimentario basado en la regularidad, las costumbres y la obediencia. El perro debe comer siempre a la misma hora y debe estar bien alimentado. Si tiene el estómago lleno será más fácil para él cumplir con nuestro adiestramiento que si sufre hambre; Lógicamente.
Le enseñarás a rechazar comida hacia los 10 o 12 meses pues ya habrá aprendido las órdenes básicas y podrá subir a un nivel superior.
Hay dos maneras de adiestrar al perro para que rechace comer: mediante métodos disuasorios o a base del aprendizaje de una orden.

Métodos disuasorios:

Se trata de poner  pimienta, mostaza o algún alimento de sabor desagradable en la pieza de comida que uses para enseñarle. Te escondes y se lo lanzas. Es importante que no te vea para que no relacione ese alimento con el dueño, sinó con el que proviene de lugar y origen desconocido. Cuando pruebe la comida lo encontrará tan desagradable que asociará que cualquier alimento que encuentra o le tiran es malo.
En lugar de dar mal sabor a la comida que lanzaremos también hay opciones disuasorias por ruido. Se puede atar la comida a unas cuantas latas de conserva que hará un ruido muy molesto y que asustará el perro.
Repite este sistema varias veces para reforzar el aprendizaje y también lo tendrás que hacer en diferentes situaciones: haciendo que algún conocido le ofrezca de su mano la comida picante, tirarle a escondidas para que se lo encuentre, dejarlo en la puerta del jardín etc.

Aprendizaje de una orden: ¡NO TOQUES!

Este método es muy válido, más complicado pero más eficiente pues el perro aprende a obedecer las órdenes del amo.
Se trata de dejar un trozo de comida en el suelo, lo que más le guste a tu perro y repetir la palabra: ¡no toques!, con contundencia. Si no obedece no hagas nada, simplemente repite el ejercicio de nuevo. Si obedece y no se come el trozo de carne le premias con otro trozo de carne. El premio debe ser algo que le guste tanto o más que el que no quieres que coja pues sinó no encontrará el aliciente a cumplir la orden. Tendrás que repetir el ejercicio en diferentes espacios, con diferentes alimentos y en diferentes situaciones: que se encuentre el alimento de casualidad, tirarle sin que nos vea, durante el paseo etc.

Si consigues tener la paciencia suficiente y disciplinar bien a tu perro tendrás la tranquilidad y seguridad de que nadie podrá envenenarlo por mucha intención que ponga. Además si el perro te obedece este método te servirá también para evitar que robe comida de la mesa o del mármol de la cocina.



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